María Reyes Aznar Martínez
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 1
Traslado desde Caravaca a Beas de Segura (Jaén).
“El alma que anda en amor ni cansa, ni se cansa, ni descansa”.
¿Quién le iba a decir a Teresa y Juan que toda su obra tomaría fuerza inusitada en este santuario de la naturaleza entre rocas y ríos? Nuestro camino nos ha llevado hoy al convento de las MM Carmelitas, allí donde San Juan se elevara estremecido tras regocijarse con el cantar de coplas de amores de sus muy queridas hermanas del Carmelo tras su periplo toledano. Antes del alba, comenzaremos nuestra andadura.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 2. 1ª etapa.
Beas de Segura – Hornos: 24 km.
“En una noche oscura con ansias, en amores inflamada, ¡oh, dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada”.
Comenzamos la andadura con un cielo estrellado, la noche es nuestra guía, se hace el silencio, llega el día. Desde las colinas coronadas de verdor nos observan los mares de olivos centenarios que guardan la memoria de la tierra, viven en el intermedio a la luz y el agua. Hornos es un “nido de águila” que conforma una fortaleza inexpugnable. La existencia se vuelve sencilla, la sal nos empapa y una entiende que el profundo misterio de la vida es caminar con paso firme, pero sencillo.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 3. 2ª etapa.
Hornos – Pontones: 24 km.
“Gozémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura”.
Tener que abandonar la comodidad del hogar y el disfrute de los placeres mundanos para comprender un propósito de vida siempre será una recompensa para todo oidor dispuesto a la escucha. Que las casualidades no existen y que todos somos piezas de un rompecabezas infinito hilado a un extremo perfecto es una recompensa de aprendizaje que no cabe en 6 etapas, por extensa que sea la Sierra de Segura. Hoy y siempre doy las gracias por estar viva, por coincidir por primera vez con almas que conozco desde siempre y las experiencias que cruzan caminos. Una aldea abandonada nos habla de nuestra España vaciada, de proyectos inconclusos que son testigos mudos de otras épocas. Los planes que no funcionan porque el Destino se empeña en hacernos aprender desmontando itinerarios preconcebidos; San Juan de la Cruz lo sabía, por eso nunca impuso nada suyo y supo entregarse a la más Alta Voluntad: “Nada, Nada, Nada”, fue su lema. Pontones tiene un Alto y un Bajo, senderos imposibles y sorpresas en las esquinas de las calles. Roguemos por recibir el don del asombro a cada paso.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 4. 3ª etapa.
Pontones – Santiago de la Espada: 20 km.
“Entréme donde no supe y quedéme, no sabiendo, toda ciencia trascendiendo”.
Toda andariega que se precie, necesita descanso, un lugar donde refugiarse para continuar, un día más, con nuevos bríos, el nuestro ha sido hoy en Santiago de la Espada, al menos el físico, el otro remanso… lo hallo entre las personas de bien que caminan junto a mí. En la plaza de la Constitución de Santiago se encuentra una antigua posada que tiene todos los visos de ser una de aquellas donde se hospedase San Juan de la Cruz en sus travesías por estos parajes. Qué extraña la vida… cuanto más ando, más descanso.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 5. 4ª etapa.
Santiago de la Espada – Nerpio: 33 km.
“En una noche oscura, con ansias en amores inflamada, ¡oh, dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada”.
El Camino de San Juan no tiene principio ni fin, no dispone de una casilla de inicio o llegada, no existe una ruta estática o inamovible, así como en la vida, por eso no nos extraña que algunos se marchen en el momento oportuno y perfecto en el que hayan alcanzado su propia meta y otros lleguen durante el transcurso de nuestra travesía, en ambos casos, los despedimos y recibimos con la paz y el respeto que la hazaña merece.
Aún no sabemos exactamente qué es el Camino, pero cada vez tenemos mayor certeza de lo que no es, quizás descubramos una mayor claridad en lo que no somos, para llegar a comprender lo que podemos ser.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 6. 5ª etapa.
Nerpio – El Sabinar: 21 km.
“Estaba tan embebido, tan absorto y ajenado, que se quedó mi sentido de todo sentir privado y el espíritu dotado de un entender, no entendiendo, toda ciencia trascendiendo”.
El Camino es un lugar de sorpresas, de reencuentros con amigos y un viaje a la raíz: tardes de toros con el orgullo en el asta y noches de traca y verbena. La mañana me sobrecogió en Arroyo Tercero como santuario de origen, de rama maternal. Las almas bailan en el fuego de las llamas. Vivir es un milagro.
Camino San Juan de la Cruz ’19
Día 7. 6ª y última etapa.
El Sabinar – Caravaca de la Cruz: 36 km.
“Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance”.
He vivido grandes experiencias en mi vida, de muy diversa índole, aunque, sin duda, ésta se lleva la palma. Ya echo de menos a mis andariegos, todas personas extraordinarias y mágicas, con cada uno tengo un enlace especial que seguirá creciendo, pero esto no ha hecho más que comenzar, porque el viaje continúa. Hoy, desde las brumas y el amanecer de los campos de lavanda por tierras de Moratalla, las reparadoras aguas del paraje de La Alberquilla hasta la casa de San Juan de la Cruz y el convento de los PP Carmelitas de Caravaca, la abrupta senda nos aproximaba a nuestra ciudad santa, donde nos esperaban quienes más nos quieren para felicitarnos por la pasión con la que emprendimos y concluimos esta experiencia. Cuando una cree que conoce su momento y su destino, aparece el potente mensaje desde la pluma de nuestro Fray Juan para confirmar que siempre puedes caminar “más adentro en la espesura”. Sólo dos palabras más para definir todo lo vivido: Amor y Unidad. Nos vemos en el Camino. GRACIAS.
