Ya en la calle el nº 1040

Del odio al amor, ¿un paso?

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

ISABEL ESPÍN
¿Cuántas personas conoces? ¿Cuántas personas ves a lo largo del día y con cuántos cesas momentáneamente tu actividad para saludarles e intercambiar un par de banalidades? Después de suponer que no son pocas, piensa a cuantas de ellas le contarías tu mayor secreto, ese que podría llevarte al calabozo o peor, a ser un marginadCalderón de la Barca por toda la sociedad.
Entonces, de aquellos cuya presencia frecuentas habitualmente, ¿en cuántos confías? Posiblemente, todavía aparezcan varios en tu mente pues nos han enseñado a actuar así, a creer en lo conocido y a odiar o, como mínimo, a desconfiar de lo desconocido.
Pues, en el momento en el que comprendes a alguien, eres incapaz de odiarlo porque aprendes que su modo de actuar no es más que una consecuencia de una acción pasada. Y debido a esto, cambias a los demás, o mejor, cambias lo que dices sobre los que te rodean puesto que una persona es y será siempre la imagen colectiva que los demás han creado.
En definitiva, si me preguntaran qué es lo debería recordar de cuanto le he dicho lo intentaría condensar en la famosa cita de Calderón de la Barca que dice así: “odiad a vuestros enemigos, como si un día debierais amarlos”.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.