Ya en la calle el nº 1040

Daniel Velázquez se marcha por una puerta trasera que no es la que merece

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Pedro Antonio Hurtado García

Nos olvidamos de ellos, pero siguen en la brecha, creando, trabajando, buscándose la vida, añorando el éxito que tuvieron y gozaron durante tan poco tiempo, razones por las que siempre contarán con nuestro respeto y no menos admiración, porque, quienes son capaces de subirse a un escenario y congregar a un número ingente de personas, aunque luego caigan en el más cruel anonimato, ya marcan gloria, trazan sendero atractivo y se ganan nuestra confianza como seguidores. Su óbito tuvo lugar hace algunas semanas, pero las combinaciones de nuestra condición de semanario y otros obituarios que marcaban preferencia por su notable impacto de popularidad, nos han obligado a demorar su publicación, aunque nuestro recuerdo y atención permanecen invariables.

Otra vez, el traidor coronavirus.- Les hablamos, en esta ocasión, de Ceferino Feito y Becerro de Bengoa (04-06-1945, Madrid-España/10-05-2022, en el mismo lugar de nacimiento)​, reconocido, artísticamente, desde 1976, como Daniel Velázquez, empresario musical, productor y cantante, especialista en balada romántica y música melódica, quien se nos ha marchado para siempre a consecuencia del traidor e incansable coronavirus, cuando contaba con 76 años de edad. Como dato curiosísimo, de naturaleza administrativa, tenemos que contar que el cantante gestionó en el Registro Civil, incansablemente, el asunto de su nombre y consiguió, finalmente, cambiar su registro de pila por el adoptivo, llamándose, actualmente y de modo oficial, Daniel Feito.

Enriquecido repertorio.- Canciones como “Palabras, solo palabras”, “Vete, vete”, “Bonita niña”, “Junto a tu cara”, “Enamórate de mí” o “Ya me cansé de querer” sirvieron, entre otras muchas, para jalonar una carrera colmada de éxitos, luego silenciados por el abandono y el olvido de la afición, sobre todo cuando ese éxito no brilla con la misma intensidad. Cabe decir, no obstante, que sus inicios quedan registrados en la radio, desde donde saltó, posteriormente, a la canción, estrenándose en el género pop al inicio de los años ’60, aunque siempre, como ya hemos indicado, con su toque romántico y melódico. Para esa primera aventura creó formación bajo la denominación de “Cefe y Los Gigantes”, pero, una vez alcanzado el éxito perseguido, llegó la hora de iniciar su carrera en solitario aupado y amparado por la descubridora de estrellas, productora, compositora y alquimista de la música, María de las Nieves Callejo Martínez-Losa, artísticamente conocida como Mariní Callejo, quien era, igualmente, productora de los míticos “Fórmula V”, “Los Brincos” o Mari Trini, entre otros grandes del pop español. ​

Salomé le ganó la plaza para Eurovisión.- Contó, además, con canciones compuestas, para él, por el mallorquín Juan Pardo. Luchó por representar a España en el “Festival de Eurovisión”, pero, ese año (1969), ganó la plaza Salomé, quien nos representaría con “Vivo cantando”, acompañada por la masa coral insuperable de los también mallorquines “Los Valldemosa”, obteniendo el triunfo del certamen, aunque compartido con tres países más: Francia, Países Bajos y Reino Unido, en un certamen celebrado en el “Teatro Real” de la capital española, como consecuencia de haber cosechado el primer puesto, el día 6 de abril del año anterior, en el “Royal Albert Hall” londinense, la que, hasta ahora, es la única triunfadora para España en solitario: María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa, artísticamente conocida como Massiel. Daniel Velázquez lo volvió a intentar en 1976, pero la suerte tampoco le sonrió, aunque sí hay que señalar que grabó con las mejores discográficas de nuestro país, porque supo ganarse la simpatía, el aprecio y la consideración de los grandes dirigentes del mundillo musical.

Otro pilar de la “movida madrileña”.- Con él, desaparece uno de los grandes románticos que ha dado nuestro país, pero, igualmente, una persona muy vinculada al rock, por muy contradictorio que podamos encontrarlo, al tratarse de dos géneros aparentemente distantes. Se retiró a los 33 años y se integró en el equipo municipal del Ayuntamiento de Madrid, de la mano de José Luis Álvarez Álvarez, notario y político, que fue alcalde de la capital española durante la transición y ministro en los gabinetes de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo, lo que le ofreció a Daniel Velázquez la oportunidad de crear el “Concurso de rock villa de Madrid”, cuya primera edición y organización tuvo lugar en 1978, lo que supondría el cauce para el inicio de los conciertos de la inolvidable y siempre vigente “movida madrileña”.

Reconvertido a otras facetas culturales.- Fue director del “Centro Hispano-Rumano”, de Alcalá de Henares, ejerciendo, igualmente, como director de algunas discotecas, sin olvidarse de su faceta de músico, por lo que siguió componiendo para otros artistas y grupos, adentrándose, también, en la vertiente de productor, porque trabajador, ya que todo hay que decirlo, era mucho y, además, sabía buscarse la vida y afrontar cualquier actividad que le pudiera aportar salidas para una vida digna, sabiendo cambiar el “chip” para abandonar los escenarios e introducirse en el asesoramiento cultural y en el empresariado del espectáculo, colaborando con grandes del sector como el popular Mariskal Romero. ​

El “Himno a la alegría”.- Velázquez era muy conocido y no menos popular en los barrios más marchosos de Madrid, donde participó en fiestas y eventos culturales de todo tipo. Además, se le apodaba como “La voz romántica de los ojos azules”. Añadamos, sobre él, que el mítico director orquestal y gigante de la música, Waldo de los Ríos, se fijó en el madrileño para grabar su adaptación del “Himno a la alegría”, pero surgieron diversos problemas entre discográficas y, al final, la balanza se decantó por una prevista “opción B”, que no era otra que la que resultó definitiva, entregando un éxito en bandeja al granadino Miguel Ríos.

Entre grandes voces e internacionales festivales.- Daniel Velázquez contó con el privilegio de ser coetáneo de las grandes voces de este país, entre las que se encuentra la suya, pero, adicionalmente, las de Nino Bravo, Pedro Ruy-Blas, Camilo Sesto, Juan Camacho, Pablo Abraira o el mismísimo Raphael. También participó en numerosos festivales internacionales en Polonia, Grecia e innumerables países que solicitaban su presencia para grabar temas para la televisión. Compusieron para Daniel Velázquez, además de los ya mencionados, Manuel de la Calva y Ramón Arcusa; José Grano de Oro, de “Los Puntos”; la creativa pareja formada por Herrero y Armenteros o José Luis Perales, entre otros muchos. Y es que sus canciones se abrían paso en el mercado y gozaban de predicamento en las radiofórmulas de las más distinguidas emisoras.

Puerta trasera.- Pero nos hemos quedado sin él. Descanse en paz un hombre que luchó, logró popularidad, pero, al final, sin dejar de trabajar incansablemente, se ha tenido que marchar, como otros muchos, por la puerta de atrás, quizás sin merecérselo. Descanse en paz. Buenos días.

 

 

 

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