Ya en la calle el nº 1040

“Cuéntame” y sus múltiples versiones

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

PEDRO ANTONIO HURTADO GARCÍA

Es cierto que, en nuestra página musical, podríamos afrontar diversos aspectos relacionados con el arte del pentagrama como, por ejemplo, los géneros concretos, lo clásico y lo moderno, artistas de un determinado perfil, intérpretes que han pasado por los más prestigiosos recintos del mundo, sintonías de programas televisivos o radiofónicos, versiones de una misma canción y, así, un amplio recorrido por otros aspectos que nos permitan no encerrarnos en el obituario que, por fortuna, a veces, nos deja una tregua de varias semanas, y desarrollar, de tal forma, otros contendidos, variables y diversidades del mundillo musical.


Es verdad, igualmente, que una página a la semana no nos permite crear una sección fija y determinada de ninguna de esas alternativas, pero sí salpicar en ellas, abordando temas amenos, aspectos diferentes o situaciones entretenidas de lo mucho de sí que siempre nos puede ofrecer la música.
Una canción que se hace más grande al pasar de voz en voz
Por lo tanto, en esta entrega, vamos a afrontar dos de los aspectos citados: las sintonías de los programas televisivos y las versiones de una misma canción. ¿Por qué?. Sencillamente, porque el protagonismo se lo vamos a otorgar a un contenido que reúne ambas condiciones, pues nos vamos a referir a la longeva serie televisiva que comenzó denominándose “Cuéntame” y que, posteriormente, por un problema legal de coincidencia en el registro oficial correspondiente, tuvo que modificar su título para llamarse “Cuéntame cómo pasó”. No obstante, en la idea inicial, ya se había elegido la canción que serviría como sintonía para amenizar la careta de la emisión de cada capítulo. Y esa determinación fue la de colocar una composición que, al final de los años ‘60, concretamente en 1968, triunfó como “Cuéntame” y que era la “Cara A” del sencillo que tenía en el otro lado una preciosa balada que llevaba por título “Solo sin ti”, seguramente la canción más seria, bien hecha, romántica y terminada que tuvo en su repertorio la formación a la que nos estamos refiriendo y que ya habrán adivinado nuestros lectores. “Cuéntame”, la protagonista de nuestra página de hoy, la interpretaba un quinteto que todas sus grabaciones las contaba por éxitos, ya que eligió para su trayectoria una música divertida, verbenera, candidata en muchas ocasiones a la “Canción del verano” y juguetona en todos los sentidos: “Fórmula V”, grupo que lideraba el simpático y madrileño cantante solista Paco Pastor, al que acompañaban Mariano Sanz, Quino de la Peña, Amador Flores y Tony Sevilla, ofreció una trayectoria inicial muy significativa en aquellos años. Luego, parecían haberse retirado, a mediados de los ’70, mientras Paco Pastor iba a dedicarse a actuar como cantante en solitario, pero, antes de ello, formó, muy fugazmente, el dúo “Don Francisco y José Luis”, con José Luis Moreno, posteriormente conocido como Pepín Tre, para, poco después, emprender carrera en solitario. Pero la lógica, la nostalgia, el público y los deseos del mismo se encargaron de recuperar a “Fórmula V”, no con idénticos componentes, pero sí muy aproximados a los de la formación original. Después, decidieron mezclar a los músicos más veteranos con los de otro grupo de la época que, igualmente, también triunfaron mucho con la denominada “Canción del verano”. Nos referimos a “Los Diablos” que capitaneaba Agustín Ramírez, gran cantante y no menos simpático que Paco Pastor, quien contaba en su formación, por poner solamente un ejemplo, con un bajista llamado Amado Jaén, quien había compuesto centenares de canciones de ese corte para otros artistas y, por supuesto, para la propia formación en la que militaba: “Un rayo de sol”, “Fin de semana”, “Mi talismán” y “Oh, oh, July” fueron, sin duda alguna, las canciones más “guerreras” del grupo nacido en la barcelonesa localidad de Hospitalet de Llobregat, mientras que “Fórmula V” hizo grandes, de la mano de compositores como José Luis Armenteros, Pablo Herrero y Juan Pardo, entre otros, canciones como “Busca un amor”, “La fiesta de Blas”, “Tengo tu amor”, “Cenicienta”, “Carolina”, “Nueve sobre diez”, “Vacaciones de verano” o “Eva María”, entresacadas de un largo etcétera. En sus actuaciones conjuntas, se presentaban como “Fórmula-Diablos” e interpretaban las canciones más relevantes de ambas formaciones. Pero recuperemos lo de “Cuéntame”, tras dejar constancia de la evolución de estas grandes bandas del pop español a las que traeremos a nuestras páginas, algún día, de forma más detallada.
Ana Belén, la primera
Pues bien, cada capítulo de “Cuéntame cómo pasó” se enmarcaba en una temporada y, durante las primeras de la serie, fue la encargada de interpretar “Cuéntame” la inconfundible y prestigiosa voz de “Ana Belén”, con arreglos de David San José, hijo de la propia artista y de Víctor Manuel San José, su esposo. La versión era fantástica, rejuvenecida, con un traje cortado a la medida de la época y con más aire baladista que la original que, por supuesto, sigue siendo la auténtica. Y fue el cantante nacido en la onubense localidad de Ayamonte, Antonio Manuel Álvarez Vélez, más conocido como “Pitingo”, el que trajo viento fresco a la décima temporada de la serie, en 2008, con una nueva versión del mismo tema, más flamenco y a estilo de “tablao”, pero muy enriquecedor y que servía para mantener viva la serie.
Comienzan los cambios por temporada
Comenzaron, entonces, los cambios más asiduamente y tuvimos nuevas versiones para los años sucesivos, es decir temporadas 11 y 12 en las que, respectivamente, contamos con las versiones, primero, de Rosario Flores, con toque rumbero, sentido y con el genio que caracteriza a la menor de “La Faraona”. Y, con un aire más rockero y siempre actual, la de Alejo Stivel, destacado componente de la banda hispano-argentina conocida como “Tequila”, incluyendo la canción en un bonito y nuevo disco de versiones que grabó en esos momentos y en el que también figuraban temas de “otros grandes”. Aunque para los supersticiosos resulte adverso el número el 13, esa temporada tuvo magia, carisma, lujo, brillo propio y arte a borbotones con la versión que hizo la hija del maestro Enrique Morente, la guapísima poseedora de una proverbial voz, la siempre sencilla, pero enorme artista, Estrella Morente, con esa gracia del “quejío” y de saber llenar un escenario con su única presencia y como solamente ella sabe hacerlo. Realmente magistral.
Nos quedan las temporadas 14, 15, 16 y 17. La primera correspondió a Miguel Bosé que aplicó su estilo inconfundible y nadie podía dejar de reconocer su arte. Las dos siguientes se basaron en la música e interpretación de “Los Secretos”, el grupo esencial de la “Movida madrileña”, en la que reinaba el desaparecido y siempre recordado Enrique Urquijo.
Miguel Ríos ha sido el último
Y, de lo proyectado hasta ahora en la pequeña pantalla, con respecto a la serie que nos ocupa, protagonizada por Ana Duato e Imanol Arias, además de un gran elenco de intérpretes de la escena, el último invitado ha sido el granadino, rockero, camaleónico y carismático, Miguel Ríos, cuya versión, como no podría ser diferente, gozaba de compases a los que, él, imprime esas connotaciones tan especiales a ritmo de rock and roll.
¿Quién será el próximo “versionador” o “crooner”, como, ahora, se ha dado en llamar a quienes interpretan canciones ajenas?. Lo sabremos pronto, seguro. La serie no tardará en reanudarse. Y las versiones, como hemos desmenuzado, son verdaderamente inacabables y todas tienen “su toque”. Buenos días.

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