Ya en la calle el nº 1040

“Cuando ves tu trabajo expuesto, con esas luces, y tanta gente disfrutando de lo realizado, la verdad, es muy especial”, Josefa García Álvarez, bordadora

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

DAVID LÓPEZ

El oficio de bordadora, no tan reconocido como el de los diseñadores, pero imprescindible para el festejo de los Caballos del Vino, ha sido reconocido este año por la Concejalía de Mujer de Caravaca de la Cruz.

Entrevistamos a Josefa García, quien comenzó a bordar a comienzos de los años 80.

¿Cuáles fueron tus inicios? ¿Pensaste por aquellos entonces, que hoy día gastarías tu tiempo mayormente en crear una parte fundamental de las fiestas de Caravaca?

Comencé con el nacimiento de la Peña Triana en 1980. Fui fundadora y con las mismas empecé a bordar junto a un grupo de compañeras de la misma peña. Así, durante unos 10 o 12 años hasta que se creó la Peña Chirinos, de la que también soy fundadora. En la Peña Chirinos también estuve bordando durante 8 o 10 años. A partir de aquí, mi labor como bordadora ha sido para diferentes peñas.

Éramos muy jóvenes y era imposible pensar lo que hoy son las fiestas, el enjaezamiento en concreto, y que a mí me fuese a gustar como me gusta. He bordado oro y plata para Triana, Chirinos, Jeque, Al-Bino, Júpiter… De seda he bordado Mayrena-Cartujano, Cartujano, Aspirante, Solterón-Triana…

¿Por qué un trabajo tan laborioso y con un resultado tan bonito, no está mirado como realmente se merece? Porque creo que es así. 

Porque nadie se imagina el trabajo que realmente lleva. Muchísimas horas de lunes a lunes sin parar salvo para dormir un poco. A esto, súmale los diseños que últimamente se hacen, donde hay que meter una cantidad de material increíble.

¿Oro o seda? ¿Por qué?

Me gustan ambas cosas por igual, el problema que le veo al oro, es que siempre se queda relegado a lo último, y entonces, solo hay que correr y correr, y eso no es nada bueno. También, si se pudiera hacer antes, se corre el riesgo de que se ponga negro, debido al aire, aunque esté tapado. Sobre todo, la plata, bien sea por el contacto… Tiene pros e inconvenientes.

Tu trabajo, ¿te gusta, te encanta o también lo maldices varias veces antes de entregarlo de forma definitiva?

Me gusta, a secas. Son muchos calentamientos de cabeza, te ciegas, no se descansa, dolores de cabeza. Lo dejamos ahí.

¿Cuál es el mejor momento para ti de todo el año, fiestas incluidas?

El momento en el que termino y entrego la última pieza y el día 1 por la noche en la exposición  de mantos. Este momento, cuando ves tu trabajo completo expuesto, con esas luces, y tanta gente disfrutando de lo realizado, la verdad, es muy especial. Es espectacular.

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