Ya en la calle el nº 1037

CREAR (TE)

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MAGDALENA GARCÍA/@garciafdez
magdalenagarciafdez.blogspot.com

Podríamos darle otro sentido a la lluvia. Camino, camino… Evito los charcos. Luego me paro un segundo, y en vez de saltarlo me miro en él… ¿El reflejo real de lo que soy? No sé. Me suelto el cabello para así coquetear contigo. Cierro los ojos e increíblemente me veo mejor que si los tuviera abiertos. Porque te veo detrás de mi, acompañando mi reflejo, como quien acompaña una tristeza, una alegría, una risa. Pues eso… Solo el reflejo, y solo cuando cierro los ojos.

MAGDALENA GARCÍA/@garciafdez
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Podríamos darle otro sentido a la lluvia. Camino, camino… Evito los charcos. Luego me paro un segundo, y en vez de saltarlo me miro en él… ¿El reflejo real de lo que soy? No sé. Me suelto el cabello para así coquetear contigo. Cierro los ojos e increíblemente me veo mejor que si los tuviera abiertos. Porque te veo detrás de mi, acompañando mi reflejo, como quien acompaña una tristeza, una alegría, una risa. Pues eso… Solo el reflejo, y solo cuando cierro los ojos.

Lluvia desafinadaPasó un coche y me empapó… Me empapó de contaminación, de ruido, de realidad. Realidad, cruda realidad. No me gusta la gente que no sabe soñar. Fantasear de más está de locos, pero esa locura hermosa que te hace vibrar, que te hace crear. CREARTE. ¿Y si unimos la realidad con un poco de fantasía? ¿Crees que podrías hacerlo?
Decía una frase de la película “El lado oscuro del corazón” (que me mostró mi gran mentora Daniela), “(…) soy perfectamente capaz de soportar una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias. Pero eso sí, y en eso soy irreductible, no les perdono, bajo ningún pretexto que no sepan volar. Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo”.
Volar. Solo unos pocos saben hacerlo… Ir más allá de lo que tenemos al alcance de nuestras manos, más allá de lo que conforma este mundo desencantado y a la vez esperanzado.
¿Y tú? ¿Sabes volar? Estoy creyendo en ti, sin tener que hacerlo, sin conocerte apenas. Puede percibir en tu voz, en tu forma de escribir, que vuelas… ¿Te atreverías a volar conmigo? COMPROMISO. Esto es lo difícil, bonita. Lo difícil es apostar por algo que nos llena de vida, y nos inyecta a veces un poquito de miedo. A veces me paro a reflexionar si pensar cómo te ando pensando últimamente es lógico… Quiero encontrarle una explicación (que las hay, y muchas… Complicidad, confianza… Tú sabes de qué hablo). Luego me digo “Aléjate”, y más tarde es un “quédate cerca”. ¡Maldita incoherencia! Perdóname… Es esto de experimentar el volver a sentir profundamente, ese sentimiento que te nace del alma (como te contaba esta mañana), y chocarte de frente con los aprendizajes que no puedes echar por la borda… Y eso no significa renunciar a ti. Significa que si tú estás dispuesta, yo también lo estoy. Si finalmente no estás, cerraré. Y te seguiré queriendo desde una distancia demasiado incómoda en ocasiones. Pero lo haré en silencio, en soledad.
Me sentaré en esta cafetería a seguir escribiendo… A seguir creando historias. Y ésta que acabo de contar ¿Me la acabo de inventar o es realidad? Dímelo tú. Y así pasan las horas, mientras la lluvia arrecia… El canal procura sacar toda el agua para que el corazón no se inunde. Pero por si acaso, creo que saldré de aquí. Hoy me traje paraguas, pero no me apetece abrirlo… Quiero sentir la lluvia correr por mi cabello, por mi cara. Sonreír. SONREÍRTE.

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