Ya en la calle el nº 1040

Conductas nocivas

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

CARLOS MARTÍNEZ SOLER
Hace tan solo unas semanas leí en un periódico de tirada nacional, del cual no diré el nombre por no hacerle publicidad, unas declaraciones de Juan Diego Botto en las que venía a decir lo siguiente: “En España una serie como Buena Conducta protagonizada por un asesino a sueldo y una delincuente borracha no tienen cabida”. Razón no le falta al actor argentino afincado en España, aquí nos gustan más los productos familiares, insustanciales, tipo Médico de Familia, La que se avecina, Los Serrano…., donde la comedia está más que presente y en los que el riesgos es mínimo. Obras como Bajo Sospecha, Mar de plástico, El ministerio del tiempo…, son una rara avis dentro de nuestro panorama nacional, e incluso en ellos, la novedad es prácticamente nula, simplemente se limitan a poner sobre el tablero unas fichas que ya hemos visto con anterioridad en obras venidas de fuera de nuestras fronteras.


Buena Conducta, la serie estrenada por TNT no es que sea un dechado de virtudes, ni que invente la pólvora, pero tiene algo de lo que adolecen otras obras, una química potentísima entre sus 2 protagonistas, el ya mencionado Juan Diego Botto, y la angelical y frágil Michelle Dockery. Entre ellos se respira tensión sexual en todo momento, haciendo del juego de la seducción su principal arma para atraer a la audiencia.
Cuando veo Buena Conducta no me dejan de venir a la cabeza otros relatos como Sr. y Sra. Smith, Duplicity…, todos ellos filmes protagonizados por caras bonitas interpretando a chic@s “malos”, pues sus profesiones no son precisamente la de cualquier ciudadano de a pie: asesinos, estafadores, etc. Buena Conducta trata precisamente de esto, de 2 chic@s guapos, a los que el destino ha unido por casualidad. Ella, una madre borracha exconvicta y estafadora de medio pelo a tiempo parcial. Él, un asesino en serie que parece sacado de los Hamptons. Ambos se unirán a regañadientes en busca de un camino que ilumine sus nefastas vidas, ni más ni menos que la unión de dos seres malvados en proceso de metamorfosis, porque a veces, solo a veces, de malos comienzos, de conductas nocivas, despreciables…., puede salir algo “bueno”.

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