MICAELA FERNÁNDEZ
”El agua que llega a la Región la devolvemos a la sociedad española y europea en alimentos sanos y saludables y a precios asequibles y razonables”. Esta es una de las principales reivindicaciones y defensas que desde COAG Murcia con su presidente José Miguel Marín a la cabeza defienden frente a la grave crisis en torno al trasvase Tajo-Segura y la subida de los precios que tan gravemente, unido a la sequía, está afectando al sector de la agricultura.
Coincidimos con Marín con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Agua, “un día importante para reivindicar que el agua es la vida para esta Región”. Con el presidente de COAG hablamos sobre la Cuenca del Segura sobre la que afirma que de sobra es conocida “la dependencia que tiene de la Cuenca del Tajo y, lo peor que nos podía pasar es la polémica que se ha conseguido como arma política y herramienta arrojadiza entre territorios”.
Desde COAG destacan el hecho de que la Cuenca del Segura sea una cuenca deficitaria, que necesita recursos y, en la Región de Murcia se aprovecha hasta la última gota que nos llega, y no sólo del trasvase sino a través del mix de aguas “que no es más que la mezcla de las distintas procedencias a las que la Región tiene acceso a día de hoy como es el trasvase, la desalación, la depuración, los acuíferos y el propio río”.
Tenemos esas cinco procedencias que se van mezclando en esa maravilla hídrica y logramos una adecuada cantidad y calidad para que la Región de Murcia pueda tener suficiente para regar, que es lo que nos da la vida. Cualquier alteración de estas procedencias es una amenaza para el sector.
El recorte del agua trasvasada a la Cuenca del Segura pensamos que ha sido un error en la planificación, en la gestión, porque entendemos que ha faltado un análisis sincero de la situación y una reflexión entre territorios buscando soluciones y no enfrentamientos.
“La gran asignatura pendiente del sector agrario ha sido, quizás, permitir que se politizara y no haberlo solucionado desde dentro del propio sector sin permitir que se convirtiera en una herramienta política. Hay un error de concepto, se ataca a la producción de alimentos mientras se debería defender que se produzcan alimentos, hoy en día, el sector agrario no es un problema ambiental, es la solución a muchos problemas ambientales y tenemos tecnología, formación suficiente y los medios para ser una solución a los problemas ambientales a la vez que producimos alimentos sanos y saludables para toda la sociedad”.
El problema de la desalación es la tecnología para poder desalar, que no es suficiente, y los altos precios de la desalación. Se tiene que conseguir tecnología para abaratar este proceso y, por lo tanto, si queremos hallar un equilibrio, no todo puede ser agua desalada.
Sobre la depuración, desde COAG reivindican que la Región de Murcia está a años luz del resto de la Península en cuanto a depuración. “Precisamente esto es lo que le falta a la Cuenca del Tajo, y con ello se acabarían los problemas del Tajo-Segura”.
Del mismo modo resalta otra amenaza que es 2027 cuando, todos aquellos acuíferos que estén en mal estado o sobreexplotados tengan que cerrarse y, “este hecho es peor que los recursos que nos van a quitar del trasvase, todo ello no contemplado en el Plan Hidrológico del Segura”.
Desde COAG muestran su preocupación por las producciones leñosas, las plantaciones de secano que ocupan el 85 por ciento del territorio regional.
Hay zonas de secano que precisan de riegos de socorro y creemos que con una dotación relativamente pequeña de recursos se pueden salvar miles de hectáreas de cultivo ante una sequía tan atroz como la que estamos pasando, “no podemos dejar a los agricultores a su suerte y hemos pedido que se tenga en cuenta desde el punto de vista de la planificación hídrica.
José Miguel Marín afirma que el optimismo es lo último que se puede perder, “los agricultores somos optimistas por naturaleza pero, hay factores externos, ajenos al control de los propios agricultores que tensionan el sector de una forma importante”.
Resalta que no se puede controlar el clima, febrero y marzo han sido meses muy fríos y después se ha disparado el calor, alterando los ciclos y, luego está el comportamiento de los mercados que tampoco se pueden controlar y condicionan las campañas.
En cualquiera de los casos siguen defendiendo que se analice la situación actual y se tomen las medidas acorde a este análisis porque la importancia que tiene la agricultura para la Región de Murcia y el resto del país no sólo implica a la producción sino al resto de sectores que trabajan en torno a ella.