En las salas del Archivo Municipal de Cehegín, entre legajos de documentación administrativa de hace cinco siglos, el archivero, Francisco Jesús Hidalgo dio con algo que, a priori, no tenía porqué estar allí.
Dos poemas anónimos, uno sin nombre, otro se titula Querella. Varios años después del redescubrimiento de estos papeles, José Antonio Enrique, ha sido el encargado de dar estudio, interpretación e incluso posible autoría de los poemas.
El próximo viernes, 4 de noviembre a las 20:00 horas. Serán presentados en el Palacio Álvarez Castellanos de Cehegín.
El colectivo Versos y Alquimia ha sido la encargada de organizar la presentación y próximamente daremos información en este periódico de los futuros proyectos que llevarán a cabo.
¿Cuál ha sido el motivo del estudio?
La cuestión es situar en el contexto histórico los poemas, tanto desde el punto vista del argumento, forma poética o influencia que pudo tener el autor. Un estudio diacrónico, visto desde la evolución de la lengua a lo largo del tiempo. Se trata de estudiar el lenguaje poético de estos dos poemas.
¿Qué antigüedad tienen los poemas?
Aunque hay relaciones con la poesía del medievo, los dos textos datan del 1549. Mientras la poesía italiana se está haciendo presente en el panorama literario español, este poeta ceheginero no demuestra tener estas influencias.
¿Quién lo escribió?
Los poemas son anónimos pero según la ubicación (Archivo Municipal) y teniendo en cuenta que aparece entre documentos judiciales tengo algún indició de quién puede haberlo escrito. Por ejemplo uno de ellos trata sobre un juicio de ahí su titulo “Querella”. Aunque no está firmado, en uno de los escritos se refiere a un hombre, el juez Fajardo. Eso me lleva a pensar que él propio juez Fajardo qué existió en el Cehegín del siglo XVI pudiera estar hablando de él mismo. Pero no deja de ser una teoría.
Aceptemos a Fajardo como autor de los poemas, ¿Qué y cómo los escribía?
Según estos dos ejemplares encontrados por Francisco Jesús Hidalgo, temas de sátira, pícaros, incluso eróticos. Están escritos como rimas pero no como las acostumbradas, son versos octosílabos pero las estrofas no son las acostumbradas además usa el pie quebrado, de ahí las reminiscencias medievales, pero eso lo explicaré mejor en la presentación y en el ensayo en sí.
