Soy Carmen y tengo 28 años. Desde muy pequeña he estado estrechamente ligada a las fiestas de Caravaca de la Cruz. En concreto, a la kabila Abul-khatar, ya que mi abuelo Pepe Luis Melgares fue uno de los fundadores. Es por esto, una de entre tantas razones, por lo que mis primos, mis hermanos y yo hemos crecido recorriendo las calles de Caravaca de la Cruz vestidos de Abul-khatar. De hecho, la primera vez que desfilé tenía tan solo cinco meses, vestida con el traje de chapas y en brazos de mi madre, Lydia. Además, uno de nuestros trajes de sultanes comparte colores con los de dicha Kabila.
El mérito de nuestros trajes corresponde a varias personas. En primer lugar, a Manolo. Él fue quien se encargo del diseño. Además de presentar un notable interés de principio a fin, así como a María Gloria y su taller, que fueron las encargadas del bordado y confección. Por último, al taller Lacedemon, que llevó a cabo todo lo relacionado con la orfebrería.
Este año me van a acompañar mis caballos Zafiro y Lamido. Pertenecientes a la yeguada “El Gato”.
¿Cómo vivisteis vuestro primer año como sultanes?
Para mi, habiendo crecido en un entorno como ya he descrito previamente, tener el privilegio de recorrer las calles de mi pueblo como sultana ha sido un verdadero sueño. No sé si sería capaz de describir las emociones que recorren mi cuerpo cuando me subo al caballo, pero lo que si que tengo claro es que estaré eternamente agradecida de haberlo podido vivir.
¿Y la espera estos dos años de suspensión de las Fiestas?
Esta pregunta es complicada de responder. Creo que hablo en nombre de todo mi pueblo cuando digo que ha sido algo muy triste la suspensión de las fiestas. Sin embargo, hay momentos en los que aquello que parecía importante pasa a ser secundario.
¿Cuál fue tu momento o momentos preferidos de las Fiestas de Mayo?
Para mi, esta experiencia no sería completa en absoluto sin la compañía de mis seres más queridos. Es por esto por lo que responder a esta pregunta es muy sencillo. Uno de los momentos mas bonitos que he vivido a lo largo de esta experiencia fue la salida de casa de mi abuela, acompañada de toda mi familia, amigos, peña y kabila, sintiendo como me arropaba el cariño e ilusión de toda esa gente. Asimismo, la entrada del día tres de mayo en la plaza del arco tras el mal sabor de boca que nos había dejado la lluvia momentos previos a nuestra salida fue un momento que nunca caerá en el olvido.
Cuéntanos alguna anécdota que te ocurriera durante las Fiestas.
La anécdota que siempre viene a mi cabeza cuando recuerdo el reino es el momento en el que, a Chema, esperando a empezar el primer desfile del día 3, se le atascó el casco. Hoy en día la recordamos con humor e incluso cariño, como al resto de numerosas anécdotas, que permanecerán en mi cabeza siempre.
Un deseo para los caravaqueños.
Mi mayor deseo para estas fiestas es que Caravaca se vuelva a llenar de luz, colores, pasión y tradición. Soy consciente que hemos pasado momentos verdaderamente difíciles, por eso espero que la ilusión vuelva a las calles de Caravaca.
