Ya en la calle el nº 1040

Canciones para un confinamiento (III)

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Pedro Antonio Hurtado García

Entramos directamente en materia, porque ya se conoce la mecánica de esta crónica de entretenimiento musical, aunque bien es verdad que no solamente vamos a dedicar nuestro espacio a canciones legendarias, porque también nos merecen mucho respeto todas esas personas que son amantes de la música más divertida, menos “solemne” y, en definitiva, diferente, música que también a nosotros nos motiva, porque, como todos sabemos, los compases de cualquier canción son más o menos atinados en función del momento en el que los escuchemos, ya que la música goza de su adecuado grado de idoneidad según la tarea que desarrollemos, el estado anímico en el que nos encontremos, así como otros factores y condiciones personales. En cualquier caso, ofrecemos, para quienes no tuvieran oportunidad de verlo o de seguirlo, los cuadrantes con los títulos e intérpretes de las dos semanas anteriores.

Canciones para un confinamiento (III)Percy Sledge.- Comenzamos, esta semana, con un prestigioso artista de Georgia que falleció a unos jovencísimos 26 años, víctima de un accidente de aviación: Otis Redding y su celebérrima canción “(Sittin’ on) The dock of the bay” (“Sentado en el muelle de la bahía”), un tema magistral, como no lo es menos la gran composición de soul del intérprete de Alabama, Percy Sledge, titulado “When a man loves a woman” (“Cuando un hombre ama a una mujer”). Y seguimos con Barry Ryan, ese excelente cantante de pop británico, que se encaramó al éxito intercontinental gracias a una canción de duración superior a los cinco minutos, algo inusual en aquel 1968 en el que se lanzó este disco titulado “Eloise” (“Eloisa”). Y, hablando de duraciones extremas, vamos con otro tema de semejante condición: “American pie” (“Pie americano”), que interpretaba con enorme maestría el neoyorkino Don McLean.

Aretha Franklin.- Unos instantes de memoria para “Socking Blue”, la banda holandesa capitaneada por la inolvidable Mariska Veres, quien falleciera en La Haya, en el 2006, con 59 años de edad. Disponían de una canción muy bonita titulada “Never marry a railroad man” (“Nunca te cases con un ferroviario”), pero su tema esencial era el imperecedero “Venus”. Espectacular, siempre, el sonido soul con el que impregnaba sus canciones la gran diva de Memphis, Aretha Franklin, cuando entonaba su permanentemente vigente “I say a little prayer” (“Rezo una pequeña oración”). También nos ha regalado grandes canciones la banda de Los Ángeles-California, “Eagles”, pero hubo una que siempre destacó sobre las demás, por supuesto que sin ser la mejor, pese a gozar de excelentes matices: “Hotel California”.

Henry Stephen.- Un cambio radical para recordar refrescantes éxitos veraniegos de todos los tiempos. “Mungo Jerry” es una formación británica de rock creada cuando comenzaba la década de los ’70. Brillaron en España con una canción tan pegadiza como comercial titulada “In the summertime” (“En el verano”). Y, ahora, lanzada en el reciente 2018, una grabación de “Novedades Carminha” con el título de “Verbena”. También reciente, del pasado 2019, la grabación conjunta que hicieron Miguel Poveda y María Jiménez con su “¡Qué felicidad la mía!”. Mitos de la música veraniega como Georgie Dann, “Fórmula V” o “Los Payos”, de quienes cualquier canción podía proclamarse como triunfadora del verano, razón por la que no seleccionamos ninguna, ya que todas valen para este refrescante momento, aunque sí tenemos que recordar, por bailable, divertido y siempre rítmico “Limón, Limonero” del venezolano Henry Stephen, igual que “Un rayo de sol”, de “Los Diablos”, barceloneses de Hospitalet de Llobregat, capitaneados por Agustín Ramírez, que ofrecían, además, otras tres canciones muy veraniegas y divertidas, como “Oh, oh, July”, “Fin de semana” y “Mi talismán”.

Verbeneras.- Y las infatigablemente verbeneras como “Paquito el Chocolatero”, en interpretación de “Los Rayitos”; “Follow the leader” (“Sigue al líder”), de “S.B.S.” o “La luna y el toro” en la versión de “Los Centellas”. Divertidas internacionales como “Sugar baby love” (“Amor de chica dulce”), de los ingleses “The Rubettes”; “Yellow river” (“Río amarillo”) de la banda de rock británica “Christie” o “Gimme hope, Jo’anna” (“Dame esperanza, Jo’anna”), del británico-guyanés que fuera vocalista del distinguido grupo inglés de pop “The Equals”, creadores del “Baby, come back” (“Vuelve chica”), que también recomendamos por su calidad interpretativa y su divertido espíritu.

Tina Turner.- Y un poquito de rock más puro, pero sin llegar al duro. Imprescindible contar con “Whatever you want” (“Lo que quieras”), de los londinenses “Status Quo”; “48 Crash” (“Accidente 48”), de la cantautora, bajista, rockera y actriz estadounidense-británica, Suzi Quatro, o la segunda parte, justo tras consumirse el minuto 2 y el segundo 34, del inolvidable “Proud Mary” (“María orgullosa”), que tan proverbialmente interpreta la “leona” estadounidense, nacionalizada suiza, Tina Turner.

Billie HolidayJazz relevante.- O el jazz riguroso y notable de la intérprete de Filadelfia, Billie Holiday, y su “I cried for you” (“Lloré por ti”); el trompetista de Illinois, Miles Davis, entonando “So what” (“Y qué”); la neoyorkina de Brooklyn, Lesley Gore, interpretando “You don’t own me” (“No me tienes”); o Nina Simone, la gran cantante de Carolina del Norte, con las notas de “Here comes the sun” (“Aquí viene el sol”), una formidable interpretación, sin olvidarnos de nuestra española Olga Román, corista que fuera del recientemente fallecido Luis Eduardo Aute, así como de Joaquín Sabina, además de participante en grandes acontecimientos musicales. Elegimos su “Vueltas y vueltas”.

Johnny Cash.- Y un poquito de música relajada, romántica y melódica con el cantante de Florida, Bobby Goldsboro, y su eterna “Honey” (“Miel”). Espacio, igualmente, para el alemán deHeidelberg, Jackson Browne, y su legendaria canción “Stay” (“Permanecer”), para desplazarnos un poquito más al sur y pasar por Francia, recogiendo la eterna canción de Jean-François Michaël, titulada “Adiós, linda Candy”, en su versión en castellano, mientras, a modo de country-folk, nos quedamos con “Ring of fire” (“Anillo de fuego”), del maestro de Arkansas, Johnny Cash. Y un fenómeno de la canción romántica, además de voz potente, prodigiosa e inquebrantable, como es el venezolano José Luis Rodríguez “El Puma”, que nos cosquillea los sentidos cuando interpreta “Dueño de nada”.

Mucho pendiente.- Y nos queda pendiente la cita con el bolero, el corrido, la samba, el son cubano, el mariachi y tantos y tantos géneros que precisarían de semanas y semanas para otorgarles cabida a todos. Pero, para esta edición, consideramos que tampoco es cuestión de “marearles” a Vds. con más títulos, intérpretes, géneros, estilos y ubicaciones geográficas. Disfrútenlo. Buenos días.

 

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