VÍCTOR MARTÍNEZ-CARRASCO/Diputado popular en la Asamblea Regional
Circulaba un autobús en dirección contraria por la autovía y cuando todos le advertían del peligro, el conductor, lejos de confiar en el criterio unánime de quienes transitaban correctamente, afirmaba que todos los demás estaban equivocados.
Lo dramático de la situación no era solo el más que probable accidente del conductor, sino que su enorme irresponsabilidad arrastraba a todos los pasajeros al precipicio.
Hace unos días, el FMI, el Banco Central Europeo, el Banco de España y otra quincena de organismos, advertían al Gobierno de España, el del Sr. Sánchez (el conductor del autobús), que los Presupuestos Generales del Estado, que se están tramitando a la vez que los de nuestra Región, son papel mojado, pues se sustentan en premisas erróneas, en ingresos que no se van a producir y en un crecimiento que no se va a alcanzar ni de lejos.
Todos advierten, todos nos alertan y todos nos dan las luces para evitar que nos estrellemos. Pero el presidente ignora, con la arrogancia y altivez ya por todos conocidas, los avisos del previsible incumplimiento de los objetivos marcados.
Afortunadamente en la Región de Murcia, y pese a ser tratados como ciudadanos de segunda por el Gobierno de España, con una infra-financiación que ya nadie discute (salvo los socialistas murcianos), el Gobierno del Partido Popular sí tiene un alto sentido de la responsabilidad y elabora los presupuestos con RIGOR.
No lo digo yo, que puedo ser considerado por alguno como un diputado sectario de derechas, lo dice la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), cuyo objetivo es garantizar el principio de estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera del país.
Un organismo que afirma que en Murcia sí se han elaborado sobre los cimientos sólidos de la prudencia, sensatez y cautela. Unos presupuestos que superan la cifra record de 6.000 millones de euros, gracias a las políticas de moderación fiscal, que nos vienen demostrando y certificando allá donde gobernamos, que bajando los impuestos se recauda más. Una sencilla ecuación que la izquierda no consigue entender por mucho que lo expliquemos.
El Gobierno de López Miras ha diseñado un presupuesto valiente, que busca la consolidación de nuestro Estado de Bienestar, que fomenta el crecimiento de la economía, mejora nuestras infraestructuras y es especialmente riguroso y eficiente con el gasto.
Porque siendo rigurosos, somos honestos y leales con todos los murcianos. Insisto, con todos.
Unos presupuestos elaborados pensando en atender las necesidades sanitarias más urgentes, en preservar nuestro medio ambiente, en potenciar nuestro turismo, en facilitar la movilidad o en mejorar nuestra educación.
El Partido Socialista ofrece su apoyo bajo la condición de incrementar 600 millones el gasto, eso sí, sin decir de dónde lo sacan. Tal vez incrementando una deuda que luego critican, o subiendo más aún los impuestos, obviando las dificultades de pymes, autónomos y empresarios, o tal vez quitándolo de otras partidas que en público no se atreven a definir.
Nos presentan un documento que tiene la misma rigurosidad que los que elabora el Gobierno de España. Más papel mojado.
No se extrañen que no les tomemos en serio. Desde el Partido Popular nos sentimos muy a gusto yendo en dirección contraria a este PSOE desnortado, que ha traicionado a sus propios votantes y que ha atravesado todas las líneas rojas inimaginables, pues eso hoy, por sí mismo, ya es sinónimo de estar en el camino correcto.
Si el Sr. Vélez y el resto de socialistas murcianos se sienten confortables en ese autobús dirigido por Sánchez, que sigan subidos en él. Allá ellos, pero a nosotros que nos dejen bajar y proseguir nuestro camino, que es el del sentido común y el rigor.
