CATI GUIRAO
El año pasado iniciamos el primer curso de los Programas Formativos Profesionales en la modalidad de Especial en los dos perfiles que impartimos desde APCOM: Actividades Auxiliares de Comercio y Operaciones Básicas de Pisos en Alojamientos.
Como todos los años comenzamos con mucha ilusión y con grandes expectativas para afrontar y lograr los objetivos programados; el primer curso siempre supone un gran reto tanto por parte de nosotras como profesoras, como para los alumnos/as ya que la mayoría de ellos tienen que adaptarse a un nuevo entorno y al funcionamiento de los programas, lo cual requiere de un tiempo, que varía en función de cada alumno/a. Teniendo en cuenta nuestra experiencia sabemos que esto supone un esfuerzo de parte de los alumnos, sus familias y profesionales, que a través del trabajo colaborativo, en la mayoría de los casos, termina en el éxito ya que los/as alumnos/as se terminan integrando y adaptando a los programas formativos.
Lo que no estaba programado ni mucho menos en nuestras mentes es que irrumpiera en nuestras vidas la crisis sanitaria desencadenada por la Covid-19. Sinceramente, por un corto espacio de tiempo, nos dejó fuera de juego. Vinieron horas de mucha incertidumbre, de repente tuvimos que irnos todos a casa y pensamos ¿Ahora qué?
Lo primero fue reunirnos, intercambiamos opiniones y nos pusimos manos a la obra, preparando trabajo para unos quince días, el cual mandamos por mensajería a las casas de los/as alumnos/as, creyendo que todo pasaría pronto. No obstante, pensamos que teníamos que vernos, teníamos la necesidad de ver y escuchar a nuestros alumnos y así fue. Al segundo o tercer día logramos conectarnos por videoconferencia a través de la plataforma Zoom y fue algo innovador, un recurso que nos alivió en esos días de confinamiento. En las reuniones de coordinación que manteníamos nos vimos en la necesidad de ir más allá y establecimos horarios para impartir los diferentes módulos, ajustamos la programación y empezamos a impartir la formación on-line.
Día tras día, la mayoría de los alumnos/as, estaban ahí, a través de nuestras pantallas e intentando salvar el curso, aprendiendo de otra forma, siendo sobre todo perseverantes y haciendo un gran esfuerzo. Las dificultades que hemos encontrado van desde las propias de conocer el manejo de las plataformas de videoconferencia o al uso del e-mail a la desmotivación o al cansancio y a la capacidad de adaptación a las medidas de la nueva normalidad.
Aunque este año estamos impartiendo el curso desde la modalidad presencial, mucho más eficaz para los alumnos tanto a nivel académico como en el plano personal ya que se ven y se relacionan con sus compañeros, seguimos insistiendo para que no olviden lo aprendido. De esta manera, si no pueden asistir a clase utilizamos el correo electrónico, fichas de trabajo interactivas y/o la plataforma Zoom o Google Meet.
La formación on-line y las plataformas de videoconferencia suponen una herramienta más en la enseñanza y un recurso que hemos ido conociendo y aprendiendo a la par alumnos/as y profesoras. Esta modalidad de enseñanza forma parte de la actualidad y de acciones futuras que pueden aprovechar los/as alumnos/as para completar su formación. Nos sentimos plenamente orgullosas de la capacidad de trabajo y esfuerzo que han demostrado los alumnos/as de los Programas Formativos Profesionales que se desarrollan en APCOM. Enhorabuena.