JOSÉ MARÍA ORTEGA
Un fantasma recorre la comarca, y es el fantasma de la creación de la película AMBEL, rodada en Cehegín gracias al trabajo de centenares de v
ecinos dirigidos por José María López Oñate.
No, la novedad no está tanto en la obra realizada, que, dicho sea de paso, ha sorprendido a propios y extraños, por su calidad, por la profesionalidad que refleja y por los recursos personales que ha conseguido movilizar.
Alrededor de la realización de la película, y todo lo que implica (el guión, el rodaje, el montaje y el pre-estreno) se ha generado una dinámica de participación voluntaria en un proyecto colectivo que todavía asombra a propios y extraños.
Si estuviésemos en otro contexto hablaríamos de Ambel como un ejemplo claro de participación popular, de empoderamiento de gente del pueblo en torno a un proyecto de tipo cultural.
Es cierto que la posibilidad de participar en la creación de una película histórica resulta altamente motivadora para muchas personas, y eso ha abonado el éxito del proyecto. También lo es que la ilusión no basta, pues la tarea de hacer una película es tan ardua y pesada, que no hubiera sido extraño que la ilusión por el proyecto se hubiera ido evaporando en algún momento del largo proceso, propiciando que la película se hubiera quedado a medias, o hubiera culminado en un cortometraje sobre el personaje histórico de Ambel (El cortometraje era la idea original de los promotores del proyecto).
La verdadera revolución que, en los pueblos de la comarca ha provocado el proyecto Ambel ha sido la demostración de que, cuando la gente se autoorganiza, y lo hace con una dirección adecuada, la capacidad de construir colectivamente es inmensa; la gente puede, por sus propios medios, crear cultura.
Tal ha sido la dinámica de participación generada que, a pesar de que los impulsores del proyecto están en las antípodas ideológicas de quienes gobiernan el Ayuntamiento de Cehegín, los responsables de esta institución municipal, también se han subido, inteligentemente al carro de Ambel. Ni se han planteado boicotear, perjudicar o tutelar este proyecto, con vida propia y asumido por vecinos de todas las tendencias.
Toda una lección para quienes piensan que toda la producción cultural de un pueblo se hace sí, y sólo sí, la propician y limitan las instituciones. Por eso, desde la sana envidia por lo ocurrido en Cehegín, digo que otros pueblos, sobretodo otros pueblos de la comarca, necesitan de dinámicas culturales similares a la ocurrida con esta película..
En la misma semana del pre-estreno de Ambel, a la misma hora en la que la película se emitía en la Sala Camelot de Cehegín, con el apoyo sin fisuras del Alcalde del pueblo, José Soria, del PP, en Bullas tenía lugar una nueva edición del RECITAL ERÓTICO, que por segundo año consecutivo tenía que celebrarse en un local privado, porque el Gobierno de Bullas, desde su arcaico puritanismo, ha imposibilitado la celebración de dicho evento en un local público, y lo ha hecho de la peor manera posible, desde la mentira, sin hablarle claro a los promotores del evento, dando largas, fingiendo que el calendario de actividades culturales está completo, cuando los centros culturales de Bullas están, la mayor parte del tiempo, sin actividad.
Para evitar este tipo de censuras, o ciertos boicots a iniciativas culturales, la comarca necesita que el espíritu de participación del pueblo en la cultura que ha puesto en marcha Ambel se extienda al resto de pueblos.
Así todos disfrutaremos de más manifestaciones culturales y ningún responsable político se atreverá a transformar en censura nauseabunda sus complejos o fobias personales.
Sólo cuando el apoyo social a un proyecto es pequeño el censor se atreve a sacar sus tijeras, tengámoslo en cuenta.
