Ya en la calle el nº 1037

Adiós a un murciano “de los grandes”, defensor de las costumbres, tradiciones y cultura de nuestra tierra: José María Galiana

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PEDRO ANTONIO HURTADO GARCÍA

Murcia ha perdido a uno de “sus” grandes, de los verdaderos amantes de la cultura en todas sus dimensiones, distinguido entre quienes se han preocupado por favorecer, promocionar, defender y divulgar las costumbres, valores, tradiciones, fiestas y celebraciones de todo tipo y condición que llevaban el sello de Murcia, sus municipios, pedanías, barrios u otros núcleos urbanos. José María Galiana Romero (19 marzo 1945, Murcia-España/05-04-2020, “Residencia Caser”-Santo Ángel-Murcia-España), conocido, artísticamente, como José María Galiana, era un personaje de escenario, cuyo obituario podríamos resumirlo, sencillamente, con la frase “un hombre de valores”, pero quedaría muy condensada su amplia, brillante y exitosa trayectoria que abarcó territorios, incluso, fuera de las fronteras murcianas y fue considerado, valorado, querido y admirado por sus enormes facultades para aprender, tener notoriedad y ganarse el respeto colectivo de una forma autodidacta.

En la “Residencia Caser”.- El inolvidable Galiana ha expirado, a los 75 años de edad, tras ser diagnosticado, en marzo, como positivo en el traidor coronavirus, en la “Residencia Caser”, localizada en la pedanía murciana de Santo Ángel, uno de los centros más críticos y problemáticos, en las derivadas de la referida y pandémica enfermedad, de todos los existentes en nuestra región, máxime si recordamos que el óbito del artista murciano viene a ser, según la información oficial, el undécimo de los ocurridos en esas instalaciones, donde se internó al cantante el pasado mes de junio de 2019, aquejado de la enfermedad de Alzhéimer. Pero, tras conectar con fuentes solventes, documentadas y afectadas, hemos sabido que son bastantes más de las anunciadas, quizás hasta el doble, las personas que, a causa de la pandemia del Covid-19, han perdido la vida en la referida residencia, donde los positivos por la maléfica enfermedad rondan el centenar, contando, además de con los internados, con 44 trabajadores.

Enriquecida discografía.- De su difusión discográfica, no podemos omitir plásticos como “José María Galiana”, lanzado en 1979; “Para Vicente Medina” (1986), sobre textos poéticos del poeta archenero musicalizados por el propio Galiana; “Naranja y Limón” (con numerosos textos de Julián Andúgar) y “Calendario murciano”, siendo estos dos últimos lanzamientos realizados en 1986; “Papel de leja” (1988) o “Aires murcianos” (2005), disco en el que, nuevamente, retomaba su tarea de poner música a la poesía de Vicente Medina, lo mismo que hizo, también, con composiciones de Antonio Oliver, Salvador Jiménez o Eliodoro Puche. Adicionalmente y por expreso encargo del gobierno regional, presidido, en aquel momento, por Andrés Hernández Ros, compuso un himno regional que lucía la letra del poeta santomerano, fallecido en Alicante, Julián Andúgar.

Los inicios.- De las composiciones del cantautor, siempre con un “por qué, un contenido y un argumento valioso”, todos recordamos “Cansera”, de Vicente Medina. La habilidad, por otro lado, para hacer una canción en la que repasaba el conjunto de municipios murcianos, dedicándole, a cada uno, palabras de distinción por sus tradiciones, costumbres o valores. Pero Galiana no se estrenó cantando con el primer disco de larga duración reseñado, sino que lo hizo en la década de los ‘60, rondando su condición de veinteañero. Y nada más comenzar la década de los años ’70 fue cuando se estrenó grabando su primer sencillo, en Madrid, en cuya “Cara A” ofrecía “Las desiertas abarcas”, sobre una poesía del oriolano Miguel Hernández, mientras que el otro lado del disco presentaba “A la ru-rú de mi nene”, comenzando, entonces, su afán por poner música a las composiciones del archenero Vicente Medina. Esa forma de enfocar su carrera le valió para establecer relación con el gran músico catalán Ricard Miralles Izquierdo, al que responsabilizó de los arreglos de sus composiciones, todo un lujo para el artista murciano, pues no olvidemos que Miralles ha sido el arreglista “de cabecera” de Joan Manuel Serrat, al que, además, ha acompañado en sus conciertos, dirigiendo su banda, durante más de 20 años. Pero también, Miralles, fue arreglista del argentino, recientemente fallecido, Alberto Cortez.

Insignia de oro sardinera.- Galiana es, igualmente, autor de la banda sonora del film que se grabó sobre el singular festejo murciano “El Entierro de la Sardina”, “Locos por un pito”, de García Martínez y Tino González, artículo que, con el mismo título, había escrito Galiana en “La Verdad” tras presenciar, una noche de sábado, de hace muchos años, el popular festejo. Fue, en el año 2014, cuando la “Agrupación Sardinera” galardonó a José María Galiana con su insignia de oro, en base a la impagable difusión que se ocupó de impulsar para esta fiesta que aglutina, cada año, a miles y miles de personas en la capital del Segura.

Múltiples publicaciones.- Son incontables sus publicaciones, colaboraciones literarias y documentación redactada y diseñada para grandes libros de divulgación como “Luces de Lorca”, “Cabo de Gata”, “Región de Murcia” o “Semana Santa de Lorca”. Pero es que, además de gran músico, era periodista y escritor prestigiado por el alcance de su propia obra, recibiendo, también, el nombramiento como académico numerario de honor de la “Real Academia Alfonso X el Sabio”, de la capital murciana.

Gastronomía y tauromaquia.- Nos entretuvo, además, durante muchos años, con su magistral cátedra como comentarista gastronómico y taurino en las páginas del diario “La Verdad”. Hablando de gastronomía se percibía, rápidamente, su sensibilidad gustativa y cómo se hacía con la confianza de los cocineros, de los restaurantes que visitaba, para conocer la composición de cada plato que nos explicaba con una didáctica ejemplar. En cuanto a sus crónicas de toros, había que ser muy antitaurino para que no te gustaran sus aportaciones informativas, pues bien que se ocupaba de elogiar al torero cuando lo merecía, sí, pero gozaba de la simultánea habilidad de describir a los toros y su comportamiento, de tal forma, que te lo hacía presente en tu propia retina, como si hubieras estado presenciando la corrida. Sencillamente, magistral.

Homenaje al autor de “Cansera”.- En la segunda mitad de la década de los años ’80, en nuestras funciones financieras y al frente de la sucursal de la extinta Cajamurcia, en Archena, nos ocupamos, apoyados por la Obra Social de la organización, de preparar una semana de homenaje al poeta archenero, Vicente Medina, allí, en su pueblo. Fue una conferencia de la profesora y catedrática Pepa Díez de Revenga la que abrió, un lunes, el referido homenaje; martes, fue conferenciante el académico Mariano de Paco; lo mismo que hizo, al día siguiente, el catedrático de literatura, Francisco Javier Díez de Revenga, para reservar el siguiente día, jueves, en el que, entonces, era el cine de invierno de la localidad del balneario, para el gran recital, que tuvimos el placer de presentar, que serviría de colofón a la semana dedicada al poeta de Archena, recital que ofreció con la poesía del homenajeado el que, esa tarde, cantándole a “su jefe” poético, estuvo verdaderamente magistral, insuperable y sobresaliente. Hablar con él era una auténtica clase universitaria y disfrutar de su amistad y sencillez se convertía en un glorioso privilegio que acabamos de perder. Descansa en paz, José María, porque, quienes te queremos y valoramos, que, además, somos muchos, no te olvidaremos nunca, ni a ti, ni a tus canciones, que conservamos inmortalizadas. Buenos días.

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