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19 de Febrero de 1903: Designación del Coliseo Municipal con el nombre de Teatro Thuillier (1ª Parte)

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Francisco Fernández García

Archivo Municipal de Caravaca de la Cruz

Esta semana vamos a recordar como, cuando y porqué se le incorporó el nombre del actor malagueño Emilio Thuillier al Teatro de nuestra ciudad; edificio que tiene su origen en el Corral de Comedias edificado en el mismo solar el año 1605. En 1846, durante la realización de unas obras de reparación, se vino abajo parte de él, por lo que se procedió a su total demolición, construyéndose un nuevo teatro “al gusto moderno”, que es el que, con varias reformas y rehabilitaciones, persiste en la actualidad. Una de ellas tuvo lugar en los meses finales de 1902 y principios de 1903, contratándose para su reinauguración, prevista para mediados de febrero de 1903, a la afamada compañía del prestigioso actor y director D. Emilio Thuillier y Marín.

Propaganda de la función del 23 de febrero de 1903
Propaganda de la función del 23 de febrero de 1903

Se ha publicado que Emilio Thuillier actuó en varias ocasiones en nuestra ciudad, aunque la única que conozco es esta de 1903, sin embargo existen varias fotografías del actor y de su hermano Enrique dedicadas a D. Julián Martínez-Iglesias anteriores a esa fecha, lo que hace suponer alguna relación o amistad entre ellos. Sea como fuere, lo cierto es que D. Pedro María Melgares y Melgares, alcalde de Caravaca en esos momentos, presentó la dimisión, siéndole aceptada por el Gobernador Civil el 5 de febrero, enviando ese mismo día un oficio al Ayuntamiento caravaqueño “nombrando en su reemplazo al Concejal de la misma D. Julián Martínez-Iglesias”, quien tomó posesión del cargo el 7 de dicho mes. No sé si existe relación entre este hecho y la actuación de Thuillier en nuestra ciudad, aunque aparentemente no, puesto que parece formar parte una gira ya que a continuación de Caravaca, la compañía viajó a Murcia, actuando en el Teatro Romea, y posteriormente a Cartagena.

La noticia de la contratación fue muy bien recibida en la población, echándose de menos que su estancia no fuera mas prolongada, ya que inicialmente solo se anunciaron 8 funciones: “Solo placemes se merece la rumbona Empresa de nuestro bonito coliseo por el acierto y buen gusto que ha tenido al traer a Emilio Thuillier, sacrificando sus intereses en aras del bien público. Lástima es, y no pequeña, que por ser tan reducido el número de funciones no puedan representarse algunas obras mas que siempre figuraron en el vasto repertorio de tan simpático y distinguido actor y que seguramente hubieran resultado del agrado del público caravaqueño. Toda alabanza a la compañía que dentro de pocos días ha de hallarse entre nosotros resultaría infructuosa; bástenos decir que augurando un triunfo completo a la Empresa podemos dar la enhorabuena a Caravaca… ¡Animo y al teatro caravaqueños!”. Los abonos para las funciones se pusieron a la venta a finales de enero con “un resultado excelente”.

El debut el teatro de nuestra ciudad se programó finalmente el 13 de febrero, llegando toda la compañía ese mismo día a las 13 horas, procedentes de Valencia, lo que no fue inconveniente para que efectuasen la representación de la obra: “no obstante el cansancio natural de los artistas por tan largo viaje, hecho en día lluvioso por ferrocarril y carretera, anoche debutó en nuestro teatro”. La expectación generada por ver las mejoras realizadas en el local, y que básicamente consistían en “las obras de decorado y tapicería, únicas que faltaban en la sala, y la instalación en ella y demás dependencias del alumbrado eléctrico”, juntamente con el deseo de ver a tan célebre compañía, hizo que el público acudiera en gran número, alcanzándose casi un lleno total, “apenas se vio desocupada alguna butaca de las últimas filas; pues las demás, así como los palcos, plateas, primeras filas de anfiteatro y delantera de paraíso, están abonadas para las ocho representaciones”. El periódico “El Liberal de Murcia”, en la crónica publicada el 15 de febrero incluye una amplia relación de “distinguidos miembros” de la sociedad caravaqueña que asistieron al estreno, todos acompañados de sus respectivas familias, destacando el alcalde D. Julián Martínez-Iglesias, D. Pedro Bolt, D. Antonio López y García-Melgares, D. Ricardo Torrecilla del Puerto, D. Francisco Sánchez Olmo, D. Antonio Blanc, Dª. Dolores de Mata y Dª. María de la Gloria Marín Pernías, entre otros muchos.

Siguiendo la costumbre de la época, el programa presentado para cada noche era diferente y se dividía en dos partes, consistiendo la primera en una obra relevante y la segunda en piezas más ligeras y breves, generalmente cómicas. Así pues, el ofrecido por la Compañía de Emilio Thuillier para su presentación en Caravaca fue el drama del Premio Nóbel D. José de Echegary titulado “Malas herencias” y “La criatura”, una obrita cómica original de Ramos Carrión, siendo amenizado el intermedio por el sexteto de instrumentos de arco y piano dirigido por el maestro D. Mateo Joaquín Nogueras, que “recibió también muchos aplausos”.

La representación comenzó a las 9 en punto de la noche, “al presentarse en escena el señor Thuillier fue saludado con una atronadora salva de aplausos y vivas”, gustando mucho al público, que salió “satisfechísimo del resultado”. Las críticas fueron unánimes; para “El Heraldo de Murcia” “la obra fue representada magistralmente por todos los artistas que en ella tomaron parte”, destacando la pareja protagonista formada por Thuillier, “inimitable en su papel” y Ana Ferri “una artista de altos vuelos, que estuvo admirable”. En idénticos términos se manifestó “El Liberal de Murcia”: “De Thuillier, nada hay que hablar, su figura arrogante y su elegancia llevan hecha siempre la mitad de las obras en que toma parte, y su talento, sus condiciones de actor las completan y las bordan, que no en balde se adquiere un nombre tan distinguido como el suyo en la escena española. La señora Ferri, es una actriz interesante y bella que no desmerece al lado de su director, y ambos compartirán con justicia los aplausos y ovaciones que anoche cosecharon en abundancia”.  Por su parte, el semanario local “El Siglo Nuevo”, elogió tanto la labor de los intérpretes, “dos artistas de gran magnitud, que han puesto un empeño y un afán en agradar”, como de la comisión encargada de la restauración del Teatro, “porque debido a su iniciativa se ha reparado un importante centro de ilustración, que a la vez que sirva del más grato solaz, sea un centro de la mas sustancial ilustración”.

Al día siguiente, sábado 14, el programa estuvo formado por el drama de D. Victoriano Sardón “Fedora”, estrenado por el propio Thuillier en el Teatro de la Comedia de Madrid, y el entremés de los Hermanos Quintero “Los Piropos”. Un nuevo éxito que constituyó un auténtico acontecimiento social: “El teatro estuvo lleno por completo, allí estaba reunido todo lo mas selecto y distinguido que encierra Caravaca; los ricos y elegantes trajes de raso adornados de riquísimos encajes; y los caprichosos peinados, envolvían la gentil y delicada figura de aquellas hermosas niñas, encanto de sus padres y tormento de los enamorados. Para terminar, las dos funciones que van puestas, han sido dos acontecimientos, por lo cual felicitamos a la empresa, a la compañía y a los espectadores por la delicia que disfrutaron”.

A comienzos de la semana siguiente, el alcalde recibió en su despacho al Sr. Thuillier, quien le comunicó su decisión de “dedicar la función que tendrá efecto en la noche del veinte de los corrientes, a beneficio exclusivo de los pobres de esta Ciudad por la cual siente verdadero cariño”, lo que fue rápidamente aceptado “con manifestaciones de gratitud al generoso donante por su plausible iniciativa”. El jueves 19, en el pleno ordinario celebrado por el Ayuntamiento de Caravaca, el alcalde Sr. Martínez-Iglesias informó de la proposición del afamado actor, planteando corresponder a su iniciativa con un reconocido y sincero homenaje: “El Ayuntamiento haciéndose interprete de las generales simpatías, que en esta población se siente por el actor eximio cuyo claro talento y excepcionales condiciones le han conquistado el merecido renombre de que goza; y como tributo y reconocimiento a las distinciones con que se significa a favor de Caravaca, que sabe agradecerle cual corresponde, acuerda por unanimidad: Que el Señor Alcalde Presidente traslade a D. Emilio Thuillier, el expresivo y sincero acto de gracias que la Corporación consigne en esta acta, por tan caritativa conducta, que llevará bastante alivio a los pobres necesitados. Designar el Coliseo Municipal de esta Ciudad, con el nombre de Teatro Thuillier, colocándose en la fachada del edificio, lápida que así lo exprese. Y que se comunique al citado Señor D. Emilio Thuillier y Marín esta acuerdo, entregándole certificación del mismo, tarjeta especial dedicatoria y atento oficio, en el día, forma y por la Comisión que el Señor Alcalde, tenga a bien designar”.

(Continúa)

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